¿Cómo apoyar a los padres a acompañar a sus hijos adolescentes en la interacción con el mundo virtual? - Parte II
Tal como abordamos en el artículo anterior, el mundo virtual en la actualidad es el canal preferido para satisfacer las necesidades adolescentes y pareciera ser una extensión de los espacios físicos de la comunidad, con características y códigos distintos. Sin embargo, su uso excesivo, sobre todo por un usuario en plena fase de desarrollo, y por lo tanto con una personalidad incompleta, permite crear una realidad paralela poco ajustada a los modelos de vida real.
Ante este escenario, los padres nos aterrorizamos frente los riesgos y peligros de esta red que nos confunden y desorientan llevándonos a poner en práctica un estilo educativo intermitente o absolutista, que no nos permite desempeñar la función propia de los padres de servir de guía y referencia para los hijos.
¿Entonces qué nos propone Giorgio Nardone en su libro “Ayudar a los padres a ayudar a los hijos” para manejar este problema?
Fase de captura: aquí debemos conseguir entrar en sintonía con el hijo respecto a los medios informáticos, donde nos acercamos a ellos, creamos confianza con una postura libre de juicio sobre sus interacciones con el mundo virtual. En el fondo, nos acercamos desde la curiosidad
Fase de exploración: en esta fase los padres nos mantenemos en una actitud de espera, sin opinar sobre lo aprendido y enseñado por el joven. Es importante mostrar un genuino interés por lo virtual por medio de preguntas que busquen conocer la perspectiva del hijo, conocer todo de ese mundo con el objetivo de descubrir los límites y puntos débiles en los cuales el padre deberá insistir en la siguiente fase.
Fase Educativa: Learning by doing. Esta fase busca introducir dudas en las creencias del adolescente sobre internet y sus aplicaciones, evitando descalificaciones, pero dando prioridad a los argumentos persuasivos orientados a introducir otras perspectivas, a través de las cuales observar y participar en el mundo virtual. Lo que buscamos con esto, es promover en el adolescente experiencias emocionales y conductuales correctivas en el mundo real, capaces de hacer vacilar la percepción idealizada del mundo virtual.
Esto debiera favorecer el aumento del contacto social interpersonal presencial, más que por pantalla. Mostrar el beneficio y placer que entrega el contacto humano, trampolín para la construcción de su propia identidad. Tal como dice Nardone, “solo aprendiendo a contemplar lo real con los ojos de lo real y lo virtual con los de lo virtual, el joven será capaz de hacer un uso responsable de internet”.
A modo de conclusión, la delgada línea entre el uso correcto y el uso disfuncional de la red radica en la obtención de un equilibrio entre lo real y virtual, cuyo parámetro de referencia son el grado y el nivel de implicación en lo virtual del adolescente y la vinculación basada en la experiencia.
Ps Supervisora Clinca Anita Luisa Ovalle M.
Octubre 2024
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