¿Cómo descansar durante la esperada pausa veraniega?
¿Cuántas veces te ha pasado que vuelves más cansada de las vacaciones? ¿O que tu paciente te dice “volví agotada, necesito vacaciones de las vacaciones”?
Febrero es un periodo de vacaciones en Chile, independiente de si realmente saldremos de vacaciones, si dejaremos de trabajar pero nos quedaremos en nuestras casas, o si seguiremos trabajando. En cualquier caso, este es un mes en que se respira un aire estival, muchos salen y los que no, disfrutan que en la ciudad haya menos gente, todos andan con un ritmo más relajado y tienen la posibilidad de hacer cambios en la rutina.
Este mes es un momento del año que muchas esperamos y cada un pone sus expectativas en él, pero cuando nos enfrentamos a las vacaciones puede pasar que tendamos a ponernos trampas tomando una actitud que no ayuda mucho a divertirse y disfrutar. Por ejemplo, idealizar este ansiado momento, pensar que están “obligados” a disfrutar de ellas, entregarse al eterno placer sin saber discriminar cuando si y cuando no permitírselo.
Pareciera ser tan obvio, sin embargo, para no traicionar nuestras propias expectativas, lo primero que debemos evitar son las ideas preconcebidas que podamos tener de las vacaciones y no idealizarlas. Pensamientos como: “estas serán las mejores vacaciones mi vida”, “este será el momento en que estemos todos juntos sin problemas” o “ahora que tengo menos trabajo podré hacer todo eso que dejé pendiente el año pasado”, sólo nos atrapan en una expectativa que probablemente no podremos cumplir. Debemos dejar de lado esa idea y evitar que aquello que no responda a la imagen que nos habíamos formado arruine lo que está por venir.
Recordemos que no existe una única manera de descansar y hasta los que siguen trabajando pueden lograrlo pues esto no siempre es estar acostado al sol ni salir fuera de vacaciones. Cuando sentimos un gran cansancio físico quizás necesitemos algunos días para reponernos tumbados en la playa o en un sillón de nuestra casa viendo series. Sin embargo, para lograr una verdadera desconexión psicológica y descansar realmente, debemos ayudarnos con aquellas actividades que disfrutamos y que no nos damos tiempo de realizar durante el año.
Las actividades que elegimos para encontrar el merecido descanso dependen del gusto de cada uno y pueden ser tan variadas como deportes, actividades al aire libre o ver una película en casa, no se requiere gastar mucho dinero ni salir, simplemente basta con hacer cosas que modifiquen la rutina que llevamos durante el año. Podemos aprovechar que se oscurece más tarde para salir a caminar por el barrio, aprovechar las plazas y los alrededores, planificar algo en la casa o ir a la playa, lo importante es darnos un momento de distensión que nos permita pensar en otras cosas y desconectarnos.
Evitar planificar cada actividad del día puede ser de gran ayuda para el descanso y el disfrute, si bien es recomendable que tengamos un objetivo, también hay que dejar espacio a la sorpresa, estar abiertos al cambio de planes y dejar tiempo para el aburrimiento. Así notaremos que nuestra capacidad de disfrutar aumentará. Dejar de lado las planificaciones y mostrarse más flexibles contribuye a estar más relajados y por lo tanto ayuda a desconectarse de las responsabilidades y preocupaciones del día a día.
Lo anterior es especialmente importante para los que salen de vacaciones con toda la familia, pues en estos casos debemos tener especial cuidado en no agobiarnos con horarios ni rutinas, lo recomendable es ser flexibles tratando de que cada actividad no sea una imposición para el resto y así todos puedan disfrutar. ¡Recordemos que cada uno tiene preferencias distintas!
Finalmente es importante recordar que si las vacaciones son largas, es conveniente retomar la rutina poco a poco, pues después de Febrero viene Marzo y nos espera un nuevo año de trabajo. Es recomendable ajustarse a los horarios habituales con algunos días de anticipación e ir incorporando algunas tareas que se dejaron de lado en las vacaciones.
No olvides que el optimismo es contagioso. Basta con que dejemos los agobios, el estrés y las discusiones innecesarias para contribuir a crear un mejor ambiente familiar y entre amigos. Así la convivencia entre todos será más fácil y podremos disfrutar de unas placenteras vacaciones.
Anita Ovalle M.
Febrero 2022
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