¿Miras a tu paciente como víctima o protagonista?
El lenguaje es una de las formas en que vamos representando nuestra experiencia y comunicándonos con el otro, entonces cada palabra elegida tiene una connotación particular para quien la emite y quien la recibe y así, juntos, vamos construyendo una realidad en esa conversación.
Una de las primeras cosas que tiene que suceder en psicoterapia es que el otro se sienta escuchado y comprendido para, entonces, existir la posibilidad que el paciente sienta que lo podemos ayudar. Luego, también necesitamos que el otro actúe como protagonista para que sea agente de su cambio, y sea capaz de sostenerlo a través del tiempo.
¿Te habías preguntado si tu lenguaje promueve el protagonismo (hacerse cargo) o victimización (delegar) en el otro?
¿De qué manera tiendes a comunicarte con tu paciente?
¿Con cuál de las siguientes frases te identificas más?
Por ejemplo, observa la diferencia entre esas frases:
“¿Te atrasaste con tu proyecto?” v/s “¿el proyecto se terminó a tiempo?”
“No prestaste atención al tiempo y te extendiste en la reunión” v/s “la reunión se demoró”
“Parece que te equivocaste” v/s “hubo errores”
“No conseguiste el apoyo” v/s “faltó apoyo”
Si te encuentras en el lado del estilo de comunicación que promueve un trato de víctima, bienvenido, es más común de lo esperado. El primer paso para cambiarlo es darse cuenta y hoy puedes dar el segundo paso leyendo las próximas líneas donde podrás aprender cómo desarrollar un lenguaje que construya agencia en el otro. Aquí te dejamos varias preguntas que promueven ese valor:
¿A qué desafió te enfrentaste?
¿Qué respuesta elegiste frente a las circunstancias?
¿Qué objetivo perseguías?
¿Qué valores y principios quisieras que rijan tus acciones?
¿Cuáles fueron las consecuencias de tus comportamientos?
¿Se te ocurre alguna alternativa de acción que hubiera sido más efectiva para alcanzar tus objetivos?
¿Qué harías si fueras 10 veces más fuerte?
Es posible plantearse cualquier situación y preguntarse ¿qué respuesta elegiría ante estas circunstancias? La respuesta afecta las posibilidades de éxito, sin embargo, ninguna acción puede determinar el éxito incondicional ya que el resultado depende de factores controlables e incontrolables para la persona.
Aun que no se pueda determinar los resultados, ni la situación que se enfrenta, siempre se puede elegir el comportamiento. La dignidad humana no depende de la efectividad, si no de la coherencia entre el comportamiento y los valores. Depende más de nuestras acciones que de los resultados.
Así es como la toma de decisiones representan formas de hacernos protagonistas de la historia de nuestras vidas. Cuántas personas quedan paralizadas por sus miedos, víctimas de su sentir, condenados a sus indecisiones por la inseguridad de no saber.
Y tú ¿cómo despiertas al agente activo, protagonista de su historia, en tu paciente?
Ps. Anita Ovalle M.
Octubre 2023
Comments